28/12/06

Efectos de la sibrutramina sobre la presión de la arteria pulmonar *


Efectos de la sibrutramina sobre la presión de la arteria pulmonar

Las comorbilidades secundarias a la obesidad, un trastorno cada vez más prevalente en el mundo entero, incluyen hipertensión arterial, enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2, dislipidemia, accidente cerebrovascular, apnea del sueño, patología de la vesícula biliar y cáncer de colon, endometrio y mama. En consecuencia, existe una clara necesidad de un tratamiento precoz y efectivo de este trastorno. Los agentes farmacológicos son, por lo general, adyuvantes a la dieta útiles para provocar pérdida de peso. Todas estos fármacos inducen diversos efectos adversos, pero aunque la mayoría son leves y transitorios, el empleo prolongado de drogas adrenérgicas o serotoninérgicas anorexígenas, o su uso como tratamiento combinado, puede inducir complicaciones serias como hipertensión pulmonar primaria o enfermedad valvular cardíaca.

La sibutramina, en dosis de 10 y 15 mg, fue aprobada para el tratamiento de la obesidad. Representa una nueva clase de agente farmacológico que difiere de drogas como la fenfluramina y la D-fenfluramina, las cuales activan sistemas serotoninérgicos con exclusividad, y de otras como el mazindol, la D-anfetamina y los agonistas de los receptores beta 3 adrenérgicos, que activan sólo al sistema catecolaminérgico.

El objetivo de este trabajo fue evaluar la enfermedad de las válvulas cardíacas y la presión de la arteria pulmonar (PAP) en pacientes obesos y ambulatorios que utilizaron dosis diarias de este compuesto en un tratamiento de 24 semanas.

Métodos

Se evaluaron 312 pacientes, cuyos exámenes fueron realizados por médicos clínicos, cardiólogos y neumonólogos. Se excluyeron a aquellos con antecedentes de insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad coronaria, diabetes, hipertensión pulmonar, o con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Como resultado de esta selección, 112 participantes pasaron a una siguiente fase, en la cual se obtuvieron mediciones ecocardiográficas y se instauró un régimen dietético. A todos los sujetos que comenzaron a perder peso con las medidas higiénicas y dietéticas implementadas, se les indicó 10 mg diarios de sibutramina.

Luego de 24 semanas de tratamiento se efectuó una revaluación mediante ecocardiografía y se midió la PAP. Cuatro pacientes no participaron en el seguimiento y dos discontinuaron el agente por la presencia de efectos adversos, por lo cual la evaluación se realizó sobre 106 casos (55 mujeres y 51 hombres, de entre 29 y 62 años; edad media: 41.1 años) y con un índice de masa corporal de 36.2 ± 4.1 kg/m2.
Entre las 8 y las 10 de la mañana se obtuvieron muestras de sangre luego de un ayuno de 14 horas para la determinación de colesterol, triglicéridos, colesterol asociado con lipoproteínas de alta densidad (HDLc) y glucemia.

Se realizó una ecocardiografía bidimensional para calcular la fracción de eyección ventricular, el acortamiento fraccional, el espesor del tabique interventricular, de la pared posterior ventricular al final de la diástole y el índice de masa ventricular. Se utilizó el flujo de regurgitación de la válvula tricuspídea para la medición de la PAP. Dicha regurgitación se clasificó como ausente, mínima, leve, moderada o grave, mediante el empleo de parámetros cuantitativos y cualitativos.

Resultados

Se observaron cambios positivos en los parámetros lipídicos luego del tratamiento con sibutramina. Los niveles de colesterol total (p < 0.01), lipoproteínas de baja densidad (p < 0.01) y triglicéridos (p < 0.001) descendieron significativamente en comparación con los valores iniciales, mientras que las cifras de HDLc (p < 0.01) se incrementaron con significación estadística.

Al final del estudio se detectó un descenso notable en el peso en todos los pacientes en comparación con el inicial (93.1 ± 9.6 kg contra 85.8 ± 7.7 kg; p < 0.001). El tratamiento con sibutramina fue bien tolerado, aunque dos pacientes lo suspendieron por presentar boca seca y constipación.

Si bien las cifras de presión arterial sistólica y diastólica aumentaron luego del tratamiento, las diferencias con respecto a los valores iniciales no fueron significativas
(p = 0.128 para los valores sistólicos y p = 0.42 para los diastólicos). Por otro lado, la frecuencia cardíaca presentó un incremento significativo (p < 0.001), pero no motivó quejas, malestares ni fue la causa de discontinuación del tratamiento.
La PAP se incrementó ligeramente luego del empleo de sibutramina, pero la diferencia en relación con las cifras iniciales no fue significativa desde el punto de vista estadístico (14.7 ± 1.8 contra 16.3 ± 1.6 mm Hg, respectivamente; p = 0.06).

Más aun, en los casos en los que se detectó un incremento de la PAP, los valores se mantuvieron dentro de parámetros normales y en ningún momento alcanzaron cifras de hipertensión pulmonar. Ninguno de los pacientes sufrió disnea.
En el examen ecocardiográfico se observó que el grado de regurgitación tricuspídea se incrementó en 7 pacientes de mínimo a leve.

Aunque en estos casos el aumento de la PAP fue más notorio en comparación con los demás participantes, no se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos (15.9 ± 1.6 contra 17.7 ± 1.2 mm Hg; p > 0.05).
No se determinó regurgitación o engrosamiento de las válvulas aórtica o mitral en la ecocardiografía efectuada a los 6 meses.

Discusión

El clorhidrato de sibutramina inhibe la recaptación de noradrenalina, serotonina y dopamina en el sistema nervioso central. La inhibición de las dos primeras es tres veces mayor que la de dopamina. Los dos metabolitos de la droga también presentan actividad como inhibidores de la recaptación. El incremento en las concentraciones de serotonina y de noradrenalina en el sistema nervioso provoca aumento de la saciedad, lo que conduce a una disminución en la ingesta calórica.

Como limitaciones del estudio, los autores citan que el método de determinación de la PAP fue mediante técnicas no invasivas, sin cateterización, que no se investigó la correlación entre los niveles de serotonina y las cifras de la PAP, y que sólo se estudiaron los resultados a corto plazo (24 semanas).

Según los investigadores, los resultados de este trabajo confirman que el tratamiento con sibutramina durante 24 semanas es efectivo para provocar pérdida de peso y que no afecta a las válvulas cardíacas ni a la PAP. Si bien su empleo no está libre de efectos adversos, resulta de utilidad la observación periódica de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca de los pacientes que la reciben.

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