19/4/10

Es poco probable que la vacuna contra la gripe H1N1 dé lugar al síndrome de Guillain-Barre


Es poco probable que la vacuna contra la gripe H1N1 dé lugar al síndrome de Guillain-Barre

Las tasas de la enfermedad entre los que se han vacunado no son más altas que las de la población en general

Una nueva investigación muestra que las tasas de una enfermedad neurodegenerativa poco común, el síndrome de Guillain-Barre, entre los que recibieron la vacuna el año pasado no es más alta que la de la población general.

Debido a que el síndrome de Guillain-Barre se relacionó con la vacunación generalizada contra la gripe porcina en 1976, los investigadores analizaron la información del Sistema de Vigilancia de Eventos Adversos a Vacunas (VAERS, por su sigla en inglés) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU, una base de datos pública en la que se informa voluntariamente sobre problemas después de una vacunación.

Mediante una solicitud amparada por la Ley de Libertad de Información, los investigadores también obtuvieron datos del Centro de Investigación y Evaluación Biológica de la FDA, que tiene información más detallada sobre las enfermedades denunciadas, apuntó el Dr. Nizar Souayah, especialista neuromuscular y profesor asistente de neurología de la Escuela de Medicina de Nueva Jersey.

En 2009, hubo 62 casos que tenían una "alta sospecha" de ser síndrome de Guillain-Barre de entre 99 millones de vacunados contra el virus de la gripe porcina H1N1, dijo Souayah. Todos, salvo dos casos, aparecieron en un plazo de seis semanas desde la aplicación de la vacuna contra la gripe.

Eso se tradujo en una tasa de alrededor de seis por cada diez millones de personas. Se calcula que la tasa de la población general es de entre 34 y 400 por diez millones de personas.

"Aunque nuestro estudio sugiere que la vacuna contra la influenza H1N1 podría causar en algunos casos el síndrome de Guillain-Barre, la baja incidencia del síndrome de Guillain-Barre asociada con la influenza H1N1 convierte a la vacunación en la estrategia de primera línea para la prevención de la infección y respalda las directrices actuales en ese sentido", dijo Souayah.

Sin embargo, los expertos de los CDC no están de acuerdo con que exista alguna evidencia que asocie las vacunas ni siquiera con un solo caso de síndrome de Guillain-Barre, un trastorno poco común, pero debilitante.

Cualquiera puede presentar un informe en la base de datos de VAERS, lo que hace que la exactitud de los informes sea poco fiable, señaló el Dr. James Sejvar, neuroepidemiólogo de los CDC. La base de datos sirve principalmente como sistema de advertencia precoz de problemas relacionados con las vacunas.

Sin examinar los expedientes médicos que respalden que las enfermedades denunciadas eran en realidad el síndrome de Guillain-Barre, no es correcto sugerir ninguna asociación entre este síndrome y la vacuna, y menos aún decir que la vacuna causa la enfermedad.

"No se pueden usar estos datos para inferir ninguna relación entre una vacuna y un evento en particular", explicó Sejvar. "VAERS es uno de los muchos mecanismos por el que evaluamos la seguridad de las vacunas, y todos los datos sugieren que los beneficios superan en gran medida el riesgo de cualquier evento adverso causado por la vacuna".

Se tenía previsto presentar el estudio el 13 de abril en la reunión anual de la American Academy of Neurology en Toronto.

En el síndrome de Guillain-Barre, el sistema inmunitario ataca a una parte del sistema nervioso periférico. El síndrome puede oscilar entre leve y grave, causando hormigueos y debilidad en las piernas, también puede extenderse a los brazos y a la parte superior del cuerpo. Aunque la mayoría se recupera por completo, algunos tienen debilidad a largo plazo. En los casos graves, el síndrome de Guillain-Barre puede causar la muerte.

La causa del síndrome no está del todo clara, pero una infección suele preceder a los síntomas, apuntó Souayah. Cerca de dos tercios de las personas que tienen el síndrome informan tener una enfermedad respiratoria o gastrointestinal durante varios días o semanas antes de desarrollar el síndrome de Guillain-Barre.

Los temores por el síndrome de Guillain-Barre y la vacuna contra la gripe surgieron en 1976, cuando se vacunaron 43 millones de personas contra la gripe porcina. Cerca de 500 personas desarrollaron síndrome de Guillain-Barre y 25 murieron.

Ninguna otra vacuna contra la influenza se ha relacionado claramente con el síndrome de Guillain-Barre, dijo Souayah. Tanto Souayah como sus colegas encontraron casi 57 casos de síndrome de Guillain-Barre después de la vacunación contra la gripe estacional, una tasa de casi 10 por 10 millones, el año pasado. Esta tasa también está dentro del rango esperado en la población general.

Aún así, Souayah mantiene que las vacunas podrían provocar el síndrome en un pequeño número de personas. Cuando se analizó la distribución de los casos, la incidencia aumentó a las dos semanas después de la vacunación, luego descendió de forma abrupta, dijo.

Además, Souayah explicó que tanto él como sus colegas fueron muy cuidadosos al tomar en cuenta solamente los informes cuya información era completa y en los que la descripción de los síntomas coincidía con toda certeza con el síndrome de Guillain-Barre.

"Es probable que existan muy pocos casos de síndrome de Guillain-Barre causados por la vacuna", apuntó Souayah. De hecho, "el riesgo es mayor si la persona no se vacuna que si lo hace", agregó.
 

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