23/7/09

Un fármaco que evita el rechazo a los trasplantes alarga la vida de los mamíferos

Se evidencia así que es posible conseguir una mayor longevidad mediante el uso de medicamentos

* Fecha de publicación: 9 de julio de 2009

Un estudio publicado en "Nature" afirma que un fármaco utilizado para prevenir el rechazo del cuerpo a los trasplantes de órganos y de médula ósea, la rapamicina, puede alargar la vida de los mamíferos de manera importante. Así, los profesores estadounidenses David Harrison, del Jackson Laboratory, y Matt Kaeberlein, de la Universidad de Washington, han comprobado que inoculado en ratones de laboratorio este medicamento ofrece "un significativo aumento" de la longevidad.

Este antibiótico actúa bloqueando una proteína que participa en la división de las células y que inhibe el crecimiento y la función de ciertas células T del sistema inmunitario que ayudan al cuerpo a rechazar los tejidos y órganos ajenos. Se trata de una sustancia extraída de un hongo originario de la Isla de Pascua (Chile), el rapamune, que desde hace varios años se utiliza como inmunosupresor de gran eficacia en todo el mundo. El estudio de Harrison y Kaeberlein descubrió que la rapamicina influye sobre la mTOR, una quinasa que regula el proceso de transferencia de las proteínas, del crecimiento celular y del metabolismo celular en respuesta a estímulos del entorno.

La reducción de la función de esta quinasa ya había demostrado tener un efecto en la extensión de la vida de la levadura, de los gusanos nematodos y de las moscas, pero esos dos científicos han conseguido demostrar por primera vez que tiene el mismo efecto en mamíferos. El experimento consistió en suministrar rapamicina a ratones en la última etapa de sus vidas, teniendo en cuenta que su esperanza media de vida es de 600 días, y constató que los animales vivían de media entre un 9% y un 14% más. Queda demostrado así que es posible prolongar la vida de una especie de mamífero mediante un tratamiento farmacológico.

El doctor Lynne Cox, investigador de la Universidad de Oxford, reconoció el valor de este hallazgo por lograr incrementar la esperanza de vida y la longevidad de los ratones. El científico destacó especialmente los resultados satisfactorios cuando el medicamento se suministró a ratones más viejos, con una edad equivalente en humanos a los 60 años.

No obstante, los científicos que han protagonizado este descubrimiento advierten de que "los individuos sanos no deberían considerar tomar rapamicina para ralentizar el envejecimiento por los potenciales efectos inmunodepresores negativos que implica su uso". A pesar de ello, los investigadores resaltan que este hallazgo será de gran utilidad a la hora de desarrollar nuevas líneas de investigación sobre las enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

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